Por Adriana Alarcón (Publicación para MakerZone)
En los últimos 6 años ha existido una tendencia entre naciones en que la mayor parte de las decisiones, políticas, sociales y económicas, giran alrededor de la Agenda de París sobre el Cambio Climático, para tomar decisiones que frenen este fenómeno y así garantizar la seguridad ecológica y el bienestar humano. En esta tendencia, el mundo de los negocios no se queda fuera, en especial en el caso de México, a través del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV). Organismo representativo del sector financiero mexicano que desea promover el financiamiento de proyectos y activos de inversión que generen impactos ambientales positivos. Los inversionistas han encontrado en los bonos sustentables un buen negocio y una manera de lograr los objetivos de desarrollo sostenible.
Sin embargo, es necesario plantearse este método de inversión en términos como bien lo indica el historiador medioambiental y economista político en el Departamento de Sociología de la Binghamton University, Jason W. Moore, en su ensayo: “El fin de la naturaleza barata: o cómo aprendí a dejar de preocuparme por “el” medioambiente y amar la crisis del capitalismo.” La modernidad implica control, en este caso, del espacio, de la naturaleza, el capitalismo desde sus primeras etapas, se ha encargado hasta cierto punto de “esclavizar” la naturaleza. Esto es algo tan contemplado en el mismo sistema porque el ser humano se ve como creador, no como destructor, y la relación que se tiene con el medioambiente se relaciona principalmente con la ganancia, el valor que tiene, bajo la ecología-mundo, no de la interacción de coexistencia.
Asimismo, es interesante ver cómo el consumismo ha convertido lo “natural” en algo exótico, e inclusive un lujo, ocasionado por el aumento de la demanda de naturaleza barata, encarece el costo de producción. Y esto explica por qué por ejemplo, las frutas y verduras “orgánicas” o alimentos sin gluten, o sin procesar, son productos que adquieren un valor demasiado alto. Y que el mismo sistema ecología-mundo aprovecha a su favor para que lo procesado sea más barato, como los alimentos transgénicos y para que la gente con menor poder adquisitivo siga incentivando este tipo de industrias, ya que no logran cubrir la demanda con lo “natural”.
Un claro ejemplo de esto es BMW, el cual ha declarado el gran negocio que es, además de esperar un récord en bonos sustentables. La empresa afirma que por medio de estas herramientas se puede lograr los objetivos del Acuerdo de París, sin perjudicar un tema de rendimiento económico. Por ende, sería importante plantearse cómo el capitalismo o ecología-mundo, se ha beneficiado a través del consumo, de la concientización sobre la crisis ecológica, ya que no se busca disminuir el consumo, sino consumir de manera responsable, y el capitalismo es el único ganador.
Fuentes:
Banco de México. (2021). Consejo Consultivo de Finanzas Verdes. En: https://www.banxico.org.mx/sistema-financiero/ccfv-finanzas-verdes-banco-.html#:~:text=El%20Consejo%20Consultivo%20de%20Finanzas,que%20generen%20impactos%20ambientales%20positivos.
Forbes. Noguez, R. (2021). Las inversiones verdes sí son negocio, la BMV espera un récord en bonos sustentables. En: https://www.forbes.com.mx/negocios-bmv-record-bonos-sustentables/
Moore, J. (2017). El fin de la naturaleza barata: o cómo aprendí a dejar de preocuparme por “el” medioambiente y amar la crisis del capitalismo. En: https://jasonwmoore.com/wp-content/uploads/2017/08/Moore-El-fin-de-la-naturaleza-barata-2016.pdf
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